martes, 29 de julio de 2008

El lector


Michael es un joven de 15 años que conoce accidentalmente a una atractiva mujer de 36 que lo transforma en su amante, para el es la primera mujer y esta lo inicia en el sexo y en general en la vida. Pasan algunos años y el joven esta a punto de egresar de la carrera de leyes, acude a un juicio contra criminales de guerra nazis y se da cuenta que entre los acusados esta Hanna, su antigua amante.

Este es medularmente el argumento de "El lector" novela del escritor Alemán Bernhard Schlink que editorial Anagrama publicó en 1994, el porqué del título se explica durante los primeros encuentros amorosos de Michael y Hanna ya que esta, antes de hacer el amor, lo obliga a leerle fragmentos de clásicos de la literatura universal.

Novela de gran valor, con un fuerte dibujo de las sicologías, no a partir de la descripción de los personajes sino de las situaciones y las conductas de estos frente a determinados hechos, relato que ahonda en el juzgamiento de la responsabilidad histórica del ciudadano común frente al horror del holocausto judío.

Un ser común y corriente ( Hanna ) puesta en el transe de colaborar con el plan nazi de exterminio judío o asumir un rol neutral con riesgo de su subsistencia. Relato de compromiso más existencial que afectivo, puede por momentos resultar un tanto frío a quien acostumbre leer autores en general latinos, pero innegablemente de una prosa penetrante y lúcida que nos adentra en una mirada despojada de lugares comunes y clisés sobre esta etapa histórica, para mostrarnos como se vive un transe así desde dentro del ser humano común puesto en esas circunstancias, sin abandonar por un momento su inspiración primigenia: un abismal relato de amor.

miércoles, 16 de julio de 2008

Klaus Nomi ( 1944 - 1983 )


Ha comienzos de los años ochenta una amiga volvía de un viaje a Sud-África con una "curiosidad", un disco ( vinilo L.P. por aquella época ) de un cantante, para nosotros desconocido aún, Klaus Nomi.

Lo primero que llamó nuestra atención fue lo inclasificable de su voz y repertorio: pasaba de contratenor lírico al registro "normal" a veces dentro de un mismo tema y de un aria de opera como es el caso de cold song del Rey Arturo de Purcell a un tema netamente pop, todo esto con orquestaciones y arreglos que tanto debían a la música electrónica como techno o punk y también al estilo barroco o clásico.

Se puede pensar por todo esto en un eclecticismo mal entendido o en una suerte de mezcla antojadiza o informe de estilos, nada de esto, por el contrario, nos encontramos ante un artista que rescata con todo el rigor la música que interpreta con un certero y gran ajuste al estilo correspondiente pero dotando a la pieza en cuestión de una lectura contemporánea, así no desnaturaliza la interpretación y la reviste de elementos acústicos que de una forma valida su contemporaneidad.

Además va más allá, la sitúa en un contexto de teatralidad con ciertos toques de distanciamiento en el vestuario o iluminación que refuerzan la atención en la música y el canto como espectáculos en el mejor sentido.

Artista de gran originalidad que sigue siendo objeto de culto para muchos y un, lamentablemente, perfecto desconocido para la mayoría.


José Luis A.