Siempre que nos referimos a un artista joven, hablamos de "promesa", este sería una excepción que confirma la regla.
El pasado sábado en la plaza de armas de Santiago, la joven pianista Rapa nui, Mahani Teave, deslumbró con una técnica expresiva y un dominio de sus recursos, francamente notable para alguien tan joven, estuvimos frente a una artista consolidada, que nos llevó por un programa que incluyó a Lizst, Chopin, Fauré, tchaikovsky y Brahms, en una interpretación llena de fuerza romántica y delicadeza cuando así se requería, plena de matices y de lectura personal de las músicas, totalmente entregada al instrumento y con gran llegada a la audiencia que la premió con una atención inusual en este tipo de eventos, máxime cuando el concierto se extendió por mas de dos horas.
La acompañó su mentor y maestro Roberto Bravo, quien nos volvió deleitar una vez más con su calidad y entrega.
Una tarde memorable a cargo de dos grandes artistas que nos enorgullecen como Chilenos.
José Luis A.