Si esta película la hubiese dirigido otro cineasta, Scorsese o de Palma por ejemplo, yo la hubiese tildado de excelente, no los nombro al azar, ya que me parece un guión más propio de ellos que de Werner Herzog. El problema es que a los genios, y para mi Herzog es uno, uno le pide nada menos que obras maestras ( Fitzcarraldo, Aguirre..., Cobra verde, Nosferatu etc. etc. por citar solo 4 de su vasta y grandiosa filmografía, de la que no excluyo muchos de sus documentales simplemente soberbios como Enemigo mío ), y Bad liutenant, es un muy buen "policial" pero no responde a la mano que filmó una Fata morgana o Grizzly man.
Nicholas Cage es un policía tan drogadicto y amoral como justiciero, y se mueve cumpliendo su deber al borde del colapso narcótico y la hecatombe económica, producto de su afición a las apuestas y las drogas, un ser que transita los abismos con comodidad pero en fase terminal en lo personal, solo un golpe de suerte, producto de un ardid ante una figura deportiva que queda "en sus manos", lo salva de una más que probable muerte.
hay dos instantes en que la película "se sale" un poco de si misma y vemos la mano de Herzog: la escena de las iguanas al son de una canción y el baile del "alma" de un muerto, escenas propias del delirio de Cage y donde por breves instantes comparte un poco la locura de un Fitzcarraldo o un Lope de Aguirre.
En síntesis, una cinta que rubricada por otro nombre es excelente, en manos de Herzog por lógica se empequeñece al lado de sus obras mayores.
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