viernes, 10 de octubre de 2008

El silencio de los inocentes


A 17 años de su estreno El silencio de los inocentes esta quedando como una muestra innegable de un filme que se fue paulatinamente convirtiendo no tan solo en una clásico del genero ( thriller psicológico ) sino en general de cine en todo el espectro estilístico. Acaparó los más importantes oscars el año que compitió ( mejor película, mejor actriz, mejor actor, mejor director y mejor guión adaptado ) y aunque estos premios nunca han sido persé sinónimo de calidad valen al menos como guía de referencia, recordemos que en su momento también fueron bendecidas por la academia dos fiascos como hechizo de luna y shakespeare enamorado, pero volviendo al filme de Demme, creo sin temor a equivocarme, que estamos ante dos aspectos fundamentales que constituyen el gran cimiento que soporta la estructura impecable de esta película: el guión y las actuaciones.
El guión esta construido casi como una sesión de psicoanálisis entre el Dr. Lecter y la agente Sterling, ya desde el primer cuadro en el que vemos a Sterling sorteando obstáculos ( metáfora de las dificultades y obstáculos que se avecinan ) estamos en presencia de un sujeto dramático que estará siempre sometido a "pruebas", enviada donde Lecter a indagar pistas que den con el asesino serial "Buffallo Bill" se convierte en una suerte de "paciente" para Hannibal quien hace avanzar la peripecia en base al develamiento que va haciendo de su vida la agente, en una suerte de claves a lo muñeca rusa, ya que el relato de su vida pasada también da muestras de los elementos con los que estamos lidiando en la actualidad: figura paterna ( ella pierde a su padre, los padres pierden a las victimas de Buffalo Bill ), presencia de lo mortuorio ( ella se "ve" en el velorio de su padre mientras espera realizar la autopsia a una víctima ), presencia de "sacrificios" ( animal en el caso de los corderos que vio degollar y humano en el caso de las victimas que son "desolladas" ) aquí hay un punto que me parece muy interesante, en proyección, con la "piel" de los corderos nos vestimos, tal como con la piel de sus victimas pretende "vestirse" Buffallo Bill, y finalmente una suerte de cambio o mutación en la mayoría de los elementos diegéticos : las crisalidas que mutan a mariposas, Sterling que ya no es la misma al final de la cinta y Hannibal que ha "incubado" un amor bastante claro por la agente.
En el terreno de las actuaciones sin duda que la de Hopkins la inscribo entre las mejores que he visto, en sus memorias relata que construyó a Lecter en base a dos imagenes, para lo corporal asimiló un comportamiento "reptilesco" al igual que un personaje que hizo en teatro en una obra llamada Praga, y para lo vocal incorporó la voz de H.A.L. ( la computadora que toma el control en odisea del espacio ) anodina y terrorífica, junto a estos elementos trabaja una sicología diabólica y casi inhumana, salvo por el genial detalle de que es un "canibal" de una cultura superior y refinadisima y un gran sentido estético y musical lo que otorga una condición "humana" indesmentible.
más que el develar una serie de crímenes, el filme es un viaje al interior de dos psicologías que terminan virtualmente, al menos eso siento, complementandose, Sterling es Sterling sólo en la medida en que profundiza su relación con Lecter ( otra posible lectura de pigmalion ) y Lecter es ser "humano" solo en la medida en que avanza su relación con Sterling, casi como un juego dialéctico.
Vista hoy nos damos cuenta de que no a envejecido un ápice, por el contrario, espero que sirva de modelo de cómo se trabaja un thriller psicológico y de como se construyen personajes solidos y contundentes.

José Luis A.


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