Con estos hechos, ya de por si, estremecedores, la directora y en este caso también dramaturga Carola Villegas, armó un relato de contenido dramatismo, dandole la forma de una cantata titulada Octubre de Carlos, su estructura toma de diversas fuentes lo que le confiere un eclecticismo que la enriquece y llena, al alternar texto hablado con acompañamiento musical y texto cantado, nos remite a la forma del recitativo secco de la Opera Mozartiana, pero solo en la forma, ya que la influencia musical de la partitura es evidentemente popular, y va del jazz al folclore, tomando elementos de, según advertí, la opera rock y la cantata popular de corte folclórico.
La linea dramaturgica es bastante pura y va al grano, narrando con rigor histórico y lejos de la truculencia o melodramatismo, los hechos configurados en la investigación judicial del caso.
El elenco, si bien disparejo en lo vocal-actoral, luce bastante homogeneo, lo que habla bien de la dirección, que sin duda se guió por varios preceptos del teatro Brechtiano para esta entrega, este efecto de "distanciamiento" mantiene le relato en el terreno histórico-documental lo que lo hace mas efectivo a la hora de calar en el espectador, que tiene así plena conciencia, todo el tiempo, de estar asistiendo a hechos que ocurrieron tal cual y no hace mucho en este propio País.
Una iluminación bastante austera corona esta estética y una excelente entrega por parte de los musicos, otorga la adecuada atmósfera a este infernal relato.
Una obra recomendable desde todo punto de vista
Donde: Teatro Sala Sidarte, Ernesto Pinto Lagarrigue 131, barrio Bellavista.
José Luis A.
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