viernes, 20 de junio de 2008

Mahler y su 5ta sinfonía


Hacia el año 1900, Gustav Mahler había sobrepasado la barrera de los cuarenta años y su carrera estaba sólidamente afianzada al igual que su vida particular, gozaba de gran prestigio internacional como director de orquesta y compositor, dirigía la Opera de Viena y compartía su vida con una joven de veintidós años llamada Alma Schindler que lo acompañaría hasta su muerte en 1911.
Los Veranos los dedicaba a componer, lejos de la ciudad y entregado a una vida casi monacal en una villa que se estaba construyendo al sur de Austria, da a luz un grupo de canciones y dos movimientos de su célebre quinta sinfonía, ese verano fue Alma quien hizo de copista de los tres movimientos que quedaban de esta sinfonía, corría el año 1902.
Junto con el fin del estío, el músico completa su obra, dejando para el invierno su orquestación, en tiempos que robaba a su labor de director de la Opera en Viena, finalmente hacia 1904 su labor concluye y realiza una prueba con la Filarmónica de Viena, insatisfecho con lo oído, reorquestó algunas secciones de la obra, cosa que continuó en alguna medida hasta su muerte; por fin, a fines de 1904 dirige la primera interpretación pública de la obra.
Estructuralmente esta sinfonía esta dividida en tres secciones. La "primera parte" tiene dos movimientos, una desolada y espiritual marcha fúnebre y una secuencia de salvaje sonoridad y estilo absolutamente Romántico. La segunda parte vuelve un tanto a la calma con un scherzo más bien bucólico aunque no pesimista, de ahí se da paso al famoso "adagietto", virtual regalo de bodas para Alma, una pieza con vida propia, de lacerante melancolía y una serena atmósfera, propia de quien a llegado al cenit de su vida y pasa por un inmejorable momento de su existencia. Finaliza la pieza con un prolongado rondó de exuberante despliegue orquestal y brillante uso del conjunto instrumental.
Esta sinfonía constituye en gran medida un viaje de la oscuridad hacia la luz, un transito existencial que guarda gran paralelo con la vida de Mahler, creo que en ese sentido es su obra mas "personal" junto a "La canción de la Tierra", y fue compuesta en el breve periodo en que confesó sentirse un hombre absolutamente feliz, ostentaba el cargo más apetecido por un músico en Europa por aquella época, estaba casado con la mujer más admirada por los círculos artísticos e intelectuales del viejo continente y aun no se le diagnosticaba su mal coronario, no deja de ser paradojal que todo esto inspire una obra que comienza con una marcha fúnebre.

José Luis A.

2 comentarios:

América Ratto-Ciarlo dijo...

Figura a la cabeza en la lista de mis composiores preferidos..!
Muy buena reseña.

Abrazos

Anónimo dijo...

La vida de un maestro es una metáfora de la verdad, muchas gracias por compartir esta nota sobre el gran maestro Mahler y su inconfundible 5ta. sinfonía.