miércoles, 24 de marzo de 2010

Intolerancia

Ágora, el último filme de Alejandro Amenabar, ha de constituir dentro del cine del último tiempo, uno de los mejores alegatos sobre la intolerancia y el fanatismo religioso. Centrado en la trágica figura de la filosofa y astrónoma neoplatónica Hipatia, el relato nos entrega una locuaz visión de la vida en la Alejandría del 400 d.c. cuando las viejas creencias paganas comenzaban a ser asfixiadas por el cristianismo y el judaísmo, el problema es que estas cosmogonías mas que devenir en una suerte de sincretismo filosófico-religioso, desembocan en una cruenta "guerra santa" donde se impone la visión del mas fuerte.
A pesar de la factura de "superproduccion" de la película, Amenabar no deja escapar el relato del retrato intimo de Hipatia y sus circunstancias, escapando de la posibilidad de que el diseño visual y los efectos computacionales absorbieran el conflicto ( como lo que le sucedió a Cameron en su elefantiasica Avatar ), Hipatia es el eje narrativo del filme que va develando como sus interrogantes y certezas al resultar extemporaneas, en parte gatillan su desgracia, como sucede generalmente con los seres adelantados a su tiempo y despegados de la mediocridad de la masa.
Excelente película que afirmada en una gran sobriedad narrativa, a pesar de algunos arranques didácticos, y necesarias escenas de violencia, nos deja la amarga y permanente sensacion de que desde siempre el ser humano ha sido su peor verdugo y que básicamente todos los grandes conflictos o son económicos o son religiosos o ambos, ejemplos cercanos a nuestro tiempo también sobran.

José Luis A.

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