domingo, 28 de marzo de 2010

Una historia de amor

Cuando ya el tema vampirico había sido banalizado hasta la saciedad en cintas como Van Helsing, cazador de mounstruos o la saga Crepusculo llega a la cartelera Criatura de la noche ( Lat den ratte kommain ) un filme sueco de 2008 dirigido por Tomas Alfredson. Basicamante trata de la relación de un niño de 12 años, Oskar, con una niña de "su" misma edad que llega a vivir al departamento contiguo al que ocupa el con su madre, oskar es tímido y solitario y sufre el hostigamiento de unos compañeros de escuela, Eli, la niña, también se ve solitaria y solo aparece de noche, momento que comparte en el patio del edificio con Oskar. En medio de extraños crímenes, en que las victimas aparecen desangradas, oskar y Eli van tejiendo una relación que sutilmente cruza los limites de la infancia y se adentra en la pre-adolescencia con un delicado y muy bien manejado erotismo, hasta ahí no habría nada anormal, salvo que Eli es un vampiro y su apariencia de niña es un hecho permanente desde tiempos lejanos.
El director Tomas Alfredson rescata lo mejor del genero vampirico, un tema que hunde sus raíces en el romanticismo literario y que da cuenta de unos seres condenados a la oscuridad y la eternidad, que cargan en si un tormento existencial que los convierte en criaturas solitarias y angustiadas por el peso de la existencia, el filme da muy buena cuenta de este aspecto del vampiro, su angustia y dolor por llevar esta existencia oscura y privada de afecto, asi, Eli, encuentra en Oskar un ser con quien compartir momentos de "amistad", y Oskar despierta con Eli a lo que podríamos llamar, su primer amor.
El guión da cuenta de una trama pausada y ajena a efectos gratuitos, aquí el terror proviene mas del tormento del alma condenada a la eternidad, que de la sangre o los gritos de horror, de la angustia de depender de la sangre de otros para vivir, que de escenas espeluznantes.
Excelente oportunidad para reencontrarse con un genero que ha dado grandes momentos al cine por una parte, y por otra, para volver a las fuentes del mito fundamental del Romanticismo.

José Luis A.

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